Los familiares de personas que se ven envueltas en problemas de drogodependencias suelen tener un papel muy importante a la vez que complejo. Es por ello que, desde la Asociación ACOMAAD intentamos ayudar y acompañar a las familias en este proceso que puede resultar largo y, en ocasiones, agotador para los implicados.
Desde que se descubre el
problema que tiene el familiar se pasa por diversas etapas y situaciones para
las que no siempre uno cree estar preparado.
En primer lugar, es
importante que comience a cambiar la visión del problema, intentando no buscar
culpables de la situación, pues culpabilizar a la persona afectada o a la
familia en sí sólo va a aportar sentimientos negativos a una situación que ya
de por sí aporta inseguridades y miedos.
El responsable único del
problema de la drogodependencia es el afectado mismo, pero hacerle sentir mal
por ello sólo reforzará sus conductas negativas y sus ganas de evadirse. Asimismo,
tampoco se debe culpar a otros miembros de la familiar, pues lo único que haríamos
sería justificar la conducta del paciente y distanciarse entre los miembros,
cuando deben estar unidos y trabajar en equipo por la recuperación. Se puede
estar en desacuerdo, si, pero éste puede ser enriquecedor, siempre y cuando se
llegue al consenso y se esté dispuesto a ceder y a valorar las opiniones y
creencias del otro miembro de la familia. Si aceptamos las ideas y sugerencias
de otra persona no nos sentiremos tan solos ni tan responsables directos de su
recuperación.
Desde ACOMAAD intentamos
despejar esos sentimientos negativos para reinterpretar la situación y atajarla
con fuerza y determinación, viendo las posibles recaídas o dificultades como
errores de los que se debe aprender.
Sólo con una actitud
fuerte y positiva podremos transmitir la idea de que se puede salir del
problema de drogodependencia y hacérsela llegar al usuario, pues es el
principal actor que debe querer superar el problema y creer que es posible. Su
motivación es determinante y nuestro apoyo en este sentido le ayudará a mantenerse
alerta. Hay que comprender que el usuario se encuentra llevando un estilo de
vida que debe cambiar por completo, por lo que si le acompañamos en el proceso
y le mostramos nuevas formas de vida, nuevas metas e ilusiones, le
facilitaremos el trabajo de recuperación.
De esta forma se debe
atajar el problema, como hemos dicho, con determinación y fuerza, estableciendo
unas normas en el núcleo familiar, creándoles una incomodidad que les motive
hacia el cambio, cuidando de no estar exigiendo algo desproporcionado que les
haga sentirse incapaces o convertir a la familia en jueces. El afectado sabe
cuándo está preparado y debe sentirse acompañado y apoyado en ese momento, sin
juzgarle por sus actos pasados, sino más bien valorando sus esfuerzos a la vez
que se utilizan estrategias que consigan ese cambio en el estilo de vida.
Como decíamos el
principio, es posible que sintamos que es una situación tremendamente difícil y
que no nos sintamos capaces, pero hay que recordar que "sentirse incapaz
no hace a la gente incapaz".
Sandra Regal de Lima
Trabajadora Social ACOMAAD
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