En ciertos momentos, la familia puede sentir que
las fuerzas flaquean, se hace presente el desánimo, se ve difícil seguir
adelante y parece que los esfuerzos hechos son en vano.
Pero
tal vez, sea que el problema está sobrepasando al sistema familiar por el
agravamiento de la relación con la persona adicta. Tal vez este sea el momento
de “parar” dos segundos y reflexionar realmente el papel que se está teniendo.
Cuando
la familia está sumergida de lleno en la problemática, su único objetivo es que
su familiar deje la adicción y tenga una vida normalizada. Este objetivo es muy
importante, pero es una meta a largo plazo. Se debe tener presente que cada
día, los familiares tienen un papel importante para ayudar a que la resolución
se vaya alcanzando.
Una
adicción tiene un largo recorrido y en numerosas ocasiones la frustración se va
a hacer patente. Así que el sistema familiar debe ser consciente que en cada
momento puede estar ayudando al/la adicto/a - enfermo/a. Es importante tener en
mente los cambios que se han ido produciendo, por pequeños que se vean, para de
esta manera valorar que su papel como familiar es importante, y no solamente se
están dejando llevar por la situación. Durante todo este proceso se dan pasos
que, pasado el tiempo, no se tienen en cuenta, pero que son importantes.
Si
el sistema familiar pone en valor su actuación, será un paso importante, ya que
le proporcionará seguridad y entereza para hacer frente. De esta manera también
estará ayudando a la persona adicta. Su firmeza le proporcionará un terreno
llano al adicto/a para que empiece a reaccionar.
La
familia debe tener claro que todos los días está librando pequeñas batallas que
la están acercando cada vez más a la meta. Pero es una lucha costosa y larga,
así que si vives esta situación y empiezas a notar que tus fuerzas están
decayendo, no dudes en contactar con ACOMAAD.
Juanjo
Sala Soler
Psicólogo de ACOMAAD